
A los que dan su vida por otros sin pedir mas a cambio, que la propia victoria de encontrarlos con vida.
Esta vez fueron ángeles sin alas,
no libres de pecado ni culpa,
no bajaron de ningún cielo,
mas porque son terrenales,
humanos de carne y hueso.
Se aventuran en la vida,
tal vez, por el simple sentido de ese sueño,
esconden sus miedos y sus dudas,
para dar de si todo lo que llevan dentro.
Algunos los aclaman de valientes,
otros de Seres locos, de aventurer@s,
pero todos llevan en su alma esa dicha,
son sencill@s, pobres,
y sus nombres en ningun libro encuentro.
Quizás, no quieran mas fama ni gloria,
pero hoy yo me acorde de ellos,
esos ángeles que habitan en el mundo,
vosotr@s, aquell@s que lo dejais todo,
para buscar la luz en un infierno.
A las voluntarias/os, a sus esfuerzos (Terremoto de Haiti, y tantos otros desastres)