BIENVENIDOS

EN ESTE GRAN LABERINTO QUE ES LA VIDA, NO PUEDO PERDER SIN GANAR A LA VEZ, PERDÍ MUCHOS AÑOS Y JUGUE MUCHAS LIDIAS Y A MUCHOS AMIGOS ENCONTRÉ. ES MAS QUE CON ESO ME CONFORMO, EL SIMPLE HECHO DE ESTAR HOY AQUÍ, ESCRIBIENDO PALABRAS EN ESTE INMENSO SILENCIO, RECORDANDO TANTOS Y MUCHOS RECUERDOS, QUE UNA VEZ MAS ME HICIERON SONREIR.

martes, 8 de marzo de 2011

Mujer


“Su risa, tal vez sería capaz de escribir un libro entero sobre ella, su risa, aveces diría que es la luz del mundo, cuando sonríe, un resplandor evoca sobre sí, destruyendo la mas oscura de las tinieblas. Tal vez suene a exageración aguda, tal vez a idealismo, a amor platónico, pero todo aquel que conoce y conoció su risa en todas sus estaciones sabe que no es exageración alguna. En su risa florecen hermosas rosas rojas.
Y que decir de su mirada, reflejos cristalinos de pensamientos, faros iluminando el camino, estrellas envidiadas en el cielo, fuentes de verdad, que con tesón y templanza nos mostraron mas fácil nuestros pasos. Pozos profundos del mas incógnito deseo, ventana al paraíso. No existe lugar mas venerado de donde su mirada procede, sus ojos.

A veces cuando pienso en ella, dejo de ser yo mismo, y me convierto y miles de seres distintos, a veces en pájaro, y no mas que planeo con mis alas bajo el cielo infinito, buscando una tímida rama donde aposarme y demostrar mi canto a los árboles, a las flores, y a todo aquel que pueda oírlo.

Otras veces, tan solo soy el eco de la respiración de los hombres, sin fuerza y sin poder, tan solo un holograma en el destino, que torna a reproducirse una y otra vez.

Pero ella, siempre poderosa está ahí, como coronada por la naturaleza para ser la elegida, mientras yo vagabundo de emociones, la contemplo exhausto, bajo mi débil condición de hombre.

Recuerdas aquellas largas tardes en mi presencia, hoy tal vez el misero tiempo haya teñido de negro esos recuerdos para que tu lo olvides, pero el reloj que hoy aún llevo en la muñeca, esta parado exactamente en ese nuestro ultimo momento. Lo recuerdo una y otra vez. Tu mano en la mía. La juventud y la belleza eran tuyas como un amuletos que quieres poseer para siempre, pero nada es eterno, todo es fugaz y efímero.

Y mas bien todo parece un juego del destino, pero entre tus senos rebosantes de vida y manantial de deseo, me sentí no el hombre. si no el ser mas feliz del mundo, existen el cielo y los ángeles.
Hoy todo transcurrido queda, todo menos mi recuerdo, que ha puesto en mi esa llave que me lleva al pasadizo interminable de tu ausencia.

Tal vez hoy tu hermosura, inerte, aunque aún intacta estás en mi memoria como figura de bronce por la que no pasan los años.
Que fue de nosotros, si existió alguna vez un nosotros, ya casi ni lo recuerdo. Pero tus besos sellaron en mi la promesa del amor eterno, quizás la esperanza de un amor consumado.

Hoy cuando los años pesan sobre si, y la juventud, tesoro preciado, que muchos creemos eternos, cuando nos vemos bendecidos por cortos años, nada es lo que era. Esa risa se ve trucada en el camino, pequeños baches, tal vez necesarios, por muchos ley de vida. Tiñendo con tinta de sangre ese marcapáginas en nuestras vidas. Bajo las canas de la experiencia que solo viene abriendo entre rastrojos las verdades, hoy se que bajo el cielo inmenso ya se despejaron las nubes de las dudas, y ante el temor de una soledad a medias. El destino hizo su acometido, y bajo el tímido manto de tus manos de cera, hoy ante la muerte me rindo, al igual que a tu recuerdo que tras la muerte me espera.

Mujer, poderosa esfinge, que desata tempestades, a veces ángel y otras diablo, templo de locura y de verdades, manantial de vida, sueño inalcanzable.

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