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EN ESTE GRAN LABERINTO QUE ES LA VIDA, NO PUEDO PERDER SIN GANAR A LA VEZ, PERDÍ MUCHOS AÑOS Y JUGUE MUCHAS LIDIAS Y A MUCHOS AMIGOS ENCONTRÉ. ES MAS QUE CON ESO ME CONFORMO, EL SIMPLE HECHO DE ESTAR HOY AQUÍ, ESCRIBIENDO PALABRAS EN ESTE INMENSO SILENCIO, RECORDANDO TANTOS Y MUCHOS RECUERDOS, QUE UNA VEZ MAS ME HICIERON SONREIR.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El mundo de los niños.


¡Mirar hoy brillan las estrellas!, se oyó decir de una pequeña vocecita que venía de detrás de unos arboles. ¡Es la noche, la noche ha llegado!

Las fantasías envolvían sus corazones cada día al levantarse, un mundo navegado en un barco de papel, tal vez marineado por el muñequito famoso de arganboy, que tenía que llegar a las grandes fortalezas castillos de EXÍN-BLOK, y que decir de los famosos indios y vaqueros, el gran jefe apache, espera dar la orden de ataque, ¡a la señal de humo!. Los famosos cromos, esas preciosas mujeres pintadas, frutas, coches... y todo invadido por ese olor tan común, “Chispas”, o “chispitas” como algunos llamábamos.

Las tardes de verano, “El verano azul”, el sueño de todo niño, tener una bicicleta, salir con sus amigos a surcar tesoros, hoy que tenemos que descubrir, tal vez otro secreto humano de la vida.

Y en aquellos momentos no existe mas cercana certeza que la felicidad existe, en ocasiones impaciencia por crecer, y poder marinear nuestro propio barco, y surcar mares de verdad. Pero de nuevo envueltos en su temática vida, capaces de olvidar y recordar todo a la vez, idean un plan secreto, un código que marcará sus vidas, y que permanecerá a través de los tiempos.

Y a penas ha pasado el tiempo, y dejamos de ser niños los que antes los eramos, no nos dimos cuenta, tal vez nuestra impaciencia, nos jugó esa pasada. Pero hay algunos que aun crecidos, soñamos como niños, y no perdemos los recuerdos. Esperamos pasar el día, para cuando este muere, mirar las estrellas y pedir deseos.

¡Mirar hoy brillan las estrellas!, se oyó decir de una pequeña vocecita que venía detrás de unos árboles, ¡Es la noche, la noche ha llegado!

3 comentarios:

DANI dijo...

Todo lo que se nos fué, ya nunca volverá. Esos es lo que no dejo de repetirle a mi hija de 3 años.

Quizás algún día lo entenderá

Besos mayorcitos

Felipe Marín Álvarez dijo...

Por crecer tan rápido a menudo nos sentimos sabios. Y ser sabio no es otra cosa que ser capaz de amar. Y ¿Quién mejor sabe amar que los niños? Por eso trato de no engañarme y pienso que crecer, crecer; no crecemos,.Ahora, envejecer; de eso no tengo dudas.

Buenas noches.

José Miguel dijo...

Crecen muy rapido, apenas nos damos cuenta de que ya no son niños. Un abrazo.